miércoles, 3 de febrero de 2010

Carta abierta a Álvaro Uribe

Señor

Álvaro Uribe Vélez

Presidente de los colombianos,

La presente tiene ante todo como objeto transmitirle la inquietud que me produce advertir que en su plan de recompensas para universitarios delatores no se especifica por ninguna parte si los egresados o graduados de la educación superior colombiana tienen el mismo derecho a gozar de similares beneficios al convertirse en sapos.
También debo expresarle mi rotundo rechazo a que únicamente los estudiantes de las universidades de Medellín puedan beneficiarse de este batracio subsidio gubernamental.

Señor presidente, me temo que muchos compatriotas podrán tomarse esta esta injusta exclusión como un evidente síntoma de favorecimiento hacia sus coterráneos paisas, una muestra de regionalismo que el gobierno nacional no debería de ninguna manera fomentar.

Doctor Uribe, por otra parte, ¿no sería posible ofrecer un poco más de platica? Mire que con los 100.000 pesos que usted me ofrece para cada mes, traducidos a euros (yo vivo, actualmente, en Madrid), no voy a poder pagar ni siquiera un almuerzo para dos personas en La Rochela, el restaurante colombiano del barrio.

En cuanto a lo sustancioso de la información en mi poder, le adelanto que sólo recuerdo, por ese precio, a una estudiante que sospechosamente se vestía de rojo frecuentemente, a lo Chávez.

Conozco al menos otros dos compañeros de estudios de entonces que hicieron trampa para evadir el servicio militar y anunciaban su voto por Navarro Wolf. Y a otro que, también sospechosamente, siempre se ponía de parte de los colombianos de estrato uno y dos en las discusiones en el salón de clases y además decía cosas terribles del ex presidente Gaviria.

Confío en que sabrá apreciar el valor esta información. Yo le cuento, porque pienso que quizá pueda resultarle interesante. Al fin y al cabo, por cosas semejantes ya han sido empapelados tantos colombianos que en paz descansen.

Previendo que la expresión de mi inquietud y mi rechazo conduzca a que se le dé una participación verdaderamente democrática a los egresados o graduados universitarios de toda Colombia --incluyendo a aquellos que han emigrado--, así como a que reconsidere usted el monto de la cifra ofrecida, aprovecho para preguntarle por el número de la línea abierta al público para recibir denuncias y también adónde puedo enviarle los datos de mi cuenta bancaria.





No sé a qué despacho debo dirigirme para obtener esta información, pero para estas alturas me imagino que ya habrá considerado la posibilidad de crear un Ministerio de Recompensas, ya que su gobierno es tan amigo de utilizar de esta astuta manera la plata de los colombianos.

Por favor, doctor presidente, mientras usted se va pensando lo del aumentico, ¿puede ir haciendo que me vayan consignando puntualmente cada mes los 36 euritos?.

Y yo voy tirando cabeza, a ver qué más le cuento.



P. D: No haga usted caso de las denuncias hechas por HRW en relación con la “tolerancia” demostrada por su gobierno hacia las “nuevas bandas criminales”. Todos los colombianos ya sabemos que no son nuevas.

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