sábado, 20 de marzo de 2010

Compatriotas, votemos por nosotros mismos: todos con Antanas

“La oportunidad es algo que la mayor parte de la gente pierde porque ella va vestida de overol y se parece al trabajo” - Thomas Alva Edioson (1847 - 1931), inventor estadounidense.


Nunca imaginé que fuera meterme con la política colombiana más que para criticar negativamente a sus representantes, pero aquí voy: en las próximas elecciones presidenciales, hay que salir a la calle para votar masivamente por Antanas Mockus.
La inteligencia, la decencia, la pedagogía ciudadana, la sensibilidad social y una admirable eficiencia y honradez en la administración de los recursos públicos son algunas de las virtudes que este descendiente de inmigrantes lituanos ha demostrado poseer.
Así como ha demostrado no padecer los peores vicios de nuestra clase política: el clientelismo, el caciquismo, el amiguismo, la corrupción, la prepotencia autoritaria y unas ansias desaforadas de llenarse los bolsillos a zarpas llenas.
Después de ocho años de abusivo uribismo, la presencia de Antanas en la Casa de Nariño sería como una brisa renovadora y refrescante, que contribuiría enormemente a purificar el aire viciado que se ha acumulado en el palacio presidencial durante casi una década.
Pero, sobre todo, la oportunidad de ver en acción a un personaje capaz de imprimirle un cambio fundamental a la administración pública colombiana, así como lo hizo con Santafé de Bogotá cuando fue su alcalde, dejando a la ciudad con un superhábit de recursos financieros tan cuantioso que permitió a su sucesor, Enrique Peñalosa, emprender las obras que transformaron tan positivamente la cara de esta urbe.
Antanas representa la posibilidad de que la política en nuestro país pase por fin del kindergarten a la primaria.
Y quizá, si tuviera la oportunidad de aprovechar la puerta abierta por la reelección para ejercer durante un doble periodo, hasta de alcanzar el bachillerato, porque uno de los énfasis de su gestión ha sido precisamente la de dejar en claro que la política no es, o no debe ser, un asunto de otros, sino de todos, de todos los colombianos, y que ésta no se limita a depositar un voto y "chao", hasta las próximas elecciones.
El hecho de que una de sus más marcadas desventajas para tener éxito en la contienda presidencial sea el de que “no tiene a las maquinarias a su favor” es, precisamente, la mejor evidencia a favor de su conveniencia como presidente. Y no hablo de lo que le convenga a él, sino a todos.
Porque, ¿para que nos han servido esas maquinarias a los colombianos?
Pues para ver cómo la política se convierte en una feria de contratos repartidos entre los amigos, en un vergonzoso instrumento de soborno y chantaje.
Hagámonos una pregunta: ¿a quien le temen más los corruptos que han vivido durante años ordeñando al país gracias a esas “maquinarias”?
Evidentemente, a Antanas. Él es una pesadilla para todos esos artistas del serrucho que pululan entre nuestra fauna política. Votando por Antanas, los colombianos estarían votando por primera vez por ellos mismos, y no por las maquinarias.
¿Volveremos a tener una oportunidad como ésta? Pero, ante todo, ¿La aprovecharemos? ¿Podremos derrotar a las maquinarias que ya zumban al rojo vivo para perpetuarse en el poder?
¡Es posible! Claro que sí. Por favor, ya basta de pensar que “no le voy a dar mi voto a alguien que no tenga detrás a estas maquinarias porque entonces sería un voto perdido”: ésta es precisamente la mejor arma que tienen las maquinarias a su favor.
No les hagamos el juego. En las próximas elecciones presidenciales: todos por Antanas. Pongámonos el uniforme de súperciudadanos.
Yo les recomiendo a todos esos votantes aquejados por sus despensas y neveras vacías que reciban el dinero que les van a ofrecer las maquinarias a cambio de su voto para hacer la compra del mes y luego marquen el tarjetón a favor de Antanas. Sería una justa zancadilla para quienes se la han pasado toda su vida haciéndonos zancadillas. Ya era hora.
Y a los que tienen despensa y nevera llenas o medio llenas, que venzan su apatía y su pereza: cada voto cuenta.
Por primera vez tenemos la oportunidad de votar no por el menos peor, sino por uno realmente bueno.

Punto aparte: Me parece cívicamente contraindicado referirse a la matanza de indigentes en Santa Marta como limpieza social, sin ponerle al menos unas vistosas comillas a esta expresión cuando se utiliza para titular una noticia de prensa. El asesinato no tiene nada de “limpio”. La vedadera "limpieza" sería capturar y condenar cuanto antes a los asesinos.

viernes, 12 de marzo de 2010

Escasez de huevos en la Región Caribe

"La mayor parte de los problemas provienen de las oportunidades perdidas. La otra cara de todo problema es una solución" - Mark Lakeman (1966- ), arquitecto ecoactivista.



 El 89% del presupuesto nacional lo maneja la Nación, mientras que a los departamentos solo les corresponde el 4%. Grave desequilibrio.

Y si se tiene en cuenta que el 20% del 89% que maneja la nación se destina a la guerra, el desequilibrio se hace aún más acentuado, no sólo para la Región Caribe sino para todo el país.
El ejemplo más escandaloso es que lo asignado del Producto Bruto Interno (PIB) a la “Defensa y Seguridad”, 14,2%, supera el de Educación, 13,9%.
El nefasto gobierno que aún tenemos le ha apostado a las balas y a los fusiles antes que a los maestros y escuelas o universidades, profundizando así las condiciones de miseria que a su vez son la causa de la violencia y de la ignorancia, en un círculo tan vicioso como macabro, que nos obliga a empeñar nuestro futuro a inmediato, mediano y largo plazo para financiar la guerra.
Los anglosajones tienen un dicho muy sabio como fórmula para desembrollar entuertos: Follow the  money, es decir: si quieres hallar a los culpables de cualquier canallada, sólo tienes que seguir la pista del dinero que hay en juego.
En este caso, siguiéndole la pista al dinero de nuestro presupuesto, vemos que éste no se esfuma, no. Simplemente es transferido a las arcas gringas, que a cambio de él nos envían sus armas obsoletas, los saldos sobrantes de su producción bélica.
La decisión de crear una Región Caribe con mayor autonomía será puesta en manos de los 6.400.000 habitantes habilitados para votar en esta región durante las elecciones para Cámara y Senado del domingo.
Es de esperarse una aceptación masiva a la propuesta, pero, una vez dado este paso, ¿qué nos espera a los habitantes de la región, votantes o no?
Mucho me temo que más de lo mismo: promesas incumplidas. Porque para que la propuesta se traduzca en acciones efectivas encaminadas a que la Región Caribe goce de una mayor autonomía no se necesita solamente el voto masivo a favor de esta iniciativa, sino un factor que brilla incandescentemente por su ausencia entre la clase dirigente de esta región: HUEVOS.
Es de esperarse también, entonces, que la mayor parte de nuestros representantes caribes ceda al encanto de los contratos graciosamente otorgados desde Bogotá, a las prebendas que favorezcan a sus firmas de ingeniería, a cambio de torpedear o ponerle zancadillas a la rueda del fortalecimiento regional. Ya veremos.



 Punto aparte: ¿Cuántos corones logran los narcotraficantes cuando a sus fiestas privadas asisten los coroneles de la patria?